La obesidad produce un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes, niveles altos de colesterol y triglicéridos, hipertensión, cáncer… También aumenta el riesgo de padecer un covid más grave.
Es frecuente escuchar “come equilibrado” pero ¿sabemos que es comer equilibrado? ¿Cómo es la dieta adecuada?
Cómo es la dieta adecuada: requisitos de una dieta sana y equilibrada
Cualquier programa de pérdida de peso debe incluir una disminución en la ingesta y un aumento del gasto energético por medio del ejercicio.
Además es imprescindible una redistribución de los nutrientes ingeridos e ingerir los nutrientes esenciales en su adecuada proporción, es decir de forma equilibrada.
La presión social puede presionarnos a adelgazar “por obligación”.
Por ello la pérdida de peso ha dejado de ser una tarea exclusiva de obesos para apuntarse cada vez más, personas que no lo necesitan. Esta aventura puede desembocar en graves problemas para la salud, especialmente en personas con peso normal y peso bajo.
Una dieta de adelgazamiento debe planificarse mediante una disminución de la ingesta o disminución del valor calórico en relación al gasto. Como es lógico debemos ingerir menos calorías para empezar a perder peso.
Cualquier dieta de adelgazamiento se verá muy favorecida si se acompaña de ejercicio físico moderado y personalizado al individuo.
Pero no siempre comiendo menos, adelgazaremos. Es posible engordar comiendo menos y adelgazar comiendo más.
Hay que tener en cuenta multitud de factores, prestar atención al reparto de nutrientes, nutrientes esenciales, las características del paciente y un largo etc.
Requisitos de una dieta para perder peso sana
1. El menor aporte calórico ha de ir acompañado de un aumento en la densidad de nutrientes, es decir, que la reducción de calorías no suponga una disminución de nutrientes, lo que originaría carencias.
2. Que esté programada y de acuerdo con los hábitos alimentarios y horarios del individuo.
3. Que sea del gusto del paciente, respete sus preferencias, aversiones alimentarias y costumbres.
4. Que la planificación se realice con el previo conocimiento de la ingesta calórica actual del individuo, ya que de no hacerlo podríamos errar al programar una dieta con mayor contenido calórico del que se venía consumiendo.
5. Que el plan de adelgazamiento sea progresivo, hasta alcanzar un peso adecuado y mantenerlo. Será más estricto en períodos de pérdida de peso y menos estricto en la fase de mantenimiento.
6. Que se produzca un adecuado reparto de los macronutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas y micronutrientes. Este es un punto importante, pues es posible ingerir la misma cantidad de energía con distintos porcentajes de ingesta de estos nutrientes y diferentes resultados.
7. No saltarse nunca ninguna comida. Mucha gente decide por su propia cuenta saltarse alguna toma pensando que será mejor comer menos todavía de lo propuesto. Esto constituye un error muy grave: desequilibra el valor de la dieta programada. Además suele ayudar a que comamos más en la siguiente comida o entre horas, por lo que al final su efecto es contrario al que buscábamos.
8. Hacer al menos 4 tomas o 5 si son de menor cantidad. Asegurando la ingesta de alimentos regular conseguimos que el organismo tenga un aporte de alimentos constante, sin producirse picos exagerados de energía ni apetito.
9. No existe ningún complemento, crema, pastilla, que haya demostrado efecto anti adelgazante o quemagrasasa. Aunque algunos suplementos o la fibra alimentaria, sí ayudan por ejemplo a tener una mayor saciedad. La fibra insoluble ayuda a contribuir a mantener el sistema digestivo, mientras que la fibra soluble ayuda a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Riesgos con plantas y hierbas
Las hierbas naturales, también muy utilizadas, producen en muchos casos pérdidas de agua y electrolitos de una forma forzada y que nuestro organismo necesita para su adecuado funcionamiento, por lo que una vez se dejan de ingerir estas hierbas, el cuerpo recupera su estado normal y con el se recupera parte del peso.
Las plantas pueden ser potentes diuréticos, vomitivos, sedantes, tóxicos, etc. Existen innumerables plantas tóxicas, venenosas o simplemente no recomendables.
Algunas algas contienen cantidades de iodo que pueden desequilibrar la función tiroidea y producir hipotiroidismo e hipertiroidismo permanente. Además, dosis determinadas de una planta pueden tener un efecto beneficioso, mientras que dosis mayores pueden tener efectos diferentes, mayores, indeseables y/o perjudiciales. Así, la manzanilla a dosis pequeñas es digestiva pero es vomitiva y purgante si se toma en mayor dosis.
Por otro lado, resulta muy difícil asegurar el contenido en principios activos de las plantas comercializadas, ya que éste depende de la planta, de la época del año y forma en que se ha recogido, el suelo, el clima, sus condiciones de envasado, transporte y almacenamiento, etc.
Hoy por hoy, la única forma sensata para perder peso sin poner nuestra salud en jaque, es una dieta que produzca un balance energético negativo, mediante el uso de una dieta personalizada hipocalórica, combinada con ejercicio físico moderado, lo que permite un descenso de peso y un mantenimiento adecuado, supervisado por Dietistas-Nutricionistas.
¿Y ahora que hago? Cómo mantenerse
Otro aspecto que nunca contempla una dieta no adecuada y no diseñada por un Nutricionista es la educación nutricional a posteriori. ¿Y ahora que hago? ¿Cómo me mantengo? Sin haber recibido ningún consejo o sin que el paciente se haya implicado, el individuo vuelve a comer como comía, vuelve a engordar el peso perdido, vuelve a engancharse a otra dieta absurda y sigue el ciclo.
Es imprescindible la educación nutricional por un profesional con conocimiento suficiente y veraz.
De nada sirve una dieta si una vez alcanzado el peso adecuado no se sabe cómo mantenerlo.
Por ello es imprescindible que un Dietista-Nutricionista te enseñe a comer. Esto no suele ocurrir en centros en los que se recomiendan preparados de hierbas. Debe enseñarte a comer en cada visita, de forma que una vez hayas alcanzado tu peso, puedas mantenerte sin ayuda.
Resumiendo: la dieta adecuada
– Elaborada por un Dietista Nutricionista profesional titulado.
– Equilibrada en nutrientes y energía.
– Personalizada al individuo: ingestas, horarios, gustos, etc.
– Combinada con ejercicio.
– Educar en aspectos de nutrición -educación nutricional-.
– Debe incluir todos los grupos de alimentos, sin restricción alguna.
– Progresiva.
– Variada.
– Debe requerir el deseo del paciente, su implicación y fuerza de voluntad.
– En algunos casos puede requerir apoyo psicológico: no te ofendas si tu Dietista Nutricionista te sugiere este tipo de apoyo.
Consulta siempre a un Dietista Nutricionista y sigue sus consejos emprender cualquier plan dietético.
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