Ingredientes:
Harina de maíz
Agua
La proporción suele ser de 1 parte de harina para 2/3 de agua. Con dos tazas de harina salen unas 12 tortillas.
Dificultad:
Fácil
Tiempo de preparación:
20 minutos
Tiempo total de espera:
30 minutos
Preparación:
- En un bol poner la harina e ir agregando poco a poco el agua.
- Amasar hasta formar una masa flexible, durante unos 10 minutos. Es muy importante amasar bien ya que esto es lo que va a permitir que la tortilla se cocine bien.
- Dejar reposar la masa cubierta y a temperatura ambiente unos 10-15 minutos.
- Hacer bolitas -de tamaño algo menor que un huevo- y dejar reposar cubiertas de una tela otros 5 minutos.
- Enharinar la mesa de trabajo, y aplanar cada bolita hasta que quede muy fina, como de un máximo de tres milímetros de grosor, agregando harina si es necesario.
- Calienta una sartén -sin ponerle mantequilla ni aceite-. Debe usarse una sartén antiadherente, con un diámetro de 10 a 13 cm.
- Cocina las tortillas a fuego medio-bajo 1-2 minutos aproximadamente por cada lado. Es importante que la consistencia de la tortilla sea flexible: no la dores ni tuestes. Se sirven calientes, por lo que debes guardarla en una tela para que el calor se mantenga, por ejemplo una servilleta.
Con qué acompañarlo:
Las tortillas mexicanas son la base para “envolver” multitud de platos. O lo que es lo mismo, la mayoría de platos pueden usarse para “rellenar” las tortillas.
Idea:
También pueden hacerse con mitad de harina de trigo y mitad de harina de maíz. En ese caso debes saber que la harina de maíz suele necesitar menos agua que la de trigo.
Consejos:
Para hacerlas más fácil sin que se peguen puedes amasarlas entre dos plásticos -por ejemplo de bolsas de congelar- y aplastar con una botella, una fuente o una olla si no tienes rodillo.
No se recomienda maicena, sino otra harina de maíz.
Algunas personas ponen un poco de levadura para hacerlas más esponjosas.
La primera nunca suele salir bien.
Por saber algo:
Las tortillas fueron la base de la alimentación de los pueblos precolombinos y hoy siguen siendo la base de muchos platos de la cultura mexicana, en fajitas, burritos, tacos, flautas, quesadillas…