Sobrepeso y Obesidad
Perder peso es ante todo una cuestión de salud. La obesidad es un problema de salud y causante de numerosas complicaciones: hipertensión, diabetes, colesterol elevado, enfermedad cardiovascular… La obesidad no es un problema estético.
Una pérdida de peso ligera significa mucho. Una pérdida del 5-10 % de su peso actual aportará grandes beneficios a su organismo además de mejor tu aspecto.
Para bajar peso es necesario un tratamiento que garantice una pérdida a largo plazo.
Además es imprescindible que el plan dietético tenga en cuenta todas las características personales: edad, peso actual, objetivos, grado de sobrepeso, tipo de alimentación, horarios, nivel de actividad física, motivación, etc.
Seguir una dieta determinada sin supervisión puede ayudar adelgazar. Pero puede correr riesgo de padecer enfermedades, alteraciones graves y no te enseña a comer ni asegurar tu adecuada nutrición.
La educación nutricional del paciente es un pilar fundamental para garantizar el éxito a largo plazo.
Recomendaciones dietéticas para el tratamiento del Sobrepeso y Obesidad
La obesidad es un problema que requiere de un tratamiento con una alimentación equilibrada y con bajo contenido en grasas. Incrementa la actividad física. Muévete y evita el sedentarismo. El médico descartará que el exceso de peso sea secundario a un problema médico que precise tratamiento.
La pérdida de peso debe ser siempre progresiva
Acude a un Dietista-Nutricionista profesional. Te informará de tu peso ideal y objetivo a alcanzar de acuerdo a sus características personales. Es importante que acudas a las visitas de control programadas, lo que permitirá no sólo modificar el contenido de la dieta cuando sea necesario, sino también te servirá como apoyo, educarte nutricionalmente, etc .
Recomendaciones dietéticas para pacientes con Sobrepeso
- Elige alimentos con poca grasa
- Procure de forma general no consumir alimentos con más de 15 ó 20 g de grasas por 100 g de alimento.
- Reduce en consumo de azúcar y alimentos y bebidas azucaradas.
- Reparte tu alimentación en 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.
- No te saltes ninguna toma.
- No alternes períodos de ayuno con comidas abundantes.
- Come sentado, despacio y masticando bien los alimentos, dando bocados pequeños, con pequeñas cantidades.
- Entre bocado y bocado deja los cubiertos sobre la mesa, de esta forma te asegurarás de comer pausadamente.
- Come en un lugar concreto, no trabajando, caminando, o en lugares improvisados. No leas ni veas la televisión.
- Disminuye el consumo de carnes rojas y sustitúyalo por pescados.
- Consume verduras y hortalizas en abundancia.
- Recuerda tomar 3 o 4 piezas de fruta al día.
- Bebe abundante agua. Al menos 1 litro y medio al día.
- Evita el consumo de alimentos fritos y cocinados con excesiva grasa.
- Ten a mano tentempiés saludables, especialmente fruta y lácteos desnatados.
Consejos para realizar la compra
- Haga la compra sin tener hambre.
- Vaya con la lista hecha previamente.
- Vaya con frecuencia a la tienda : suele despertar menos interés por las novedades o diseños atractivos.
- Evite platos preparados o precocinados.
Consejos para preparar la mesa
- Retira toda la grasa visible de las carnes o la piel del pollo después de cocinarla y antes de servir en el plato.
- Utiliza formas de cocinar sencillas, que no requieran mucho aceite: plancha, grill, horno, microondas o wok.
- La cocción al vapor con la olla a presión permite cocinar con poca agua, en poco tiempo y preservando las propiedades de los alimentos.
- Para cocinar carnes y pescados envuélvalas en papel de aluminio (papillote). Así se cocinan en su propio jugo, conservándose tiernos y sabrosos sin necesidad de añadirle grasa.
- Cuando hagas estofados, preparalos con antelación. Déjalos enfriar en la nevera y retira la capa de grasa superior con una cuchara. Conserva el sabor sin apenas grasa.
- Cuando elabores vinagretas, invierte la proporción habitual de tres partes de aceite por una de vinagre a tres partes de vinagre por una de aceite.
Para que el sabor no sea tan ácido utiliza vinagre de sabores: de manzana, frambuesas, etc - Si necesitas utilizar alguna salsa para añadir a una ensalada puede utilizar yogur natural desnatado, rebajado con zumo de limón. Se bate bien y se queda una crema suave y baja en calorías. También puede probar con salsa de soja.
- Acostúmbrate a utilizar especias y hierbas aromáticas.
- Para preparar salsas de leche o queso utilice leche desnatada o queso tipo parmesano, que contiene menos calorías y es más aromático.
- En la preparación de la salsa bechamel emplee aceite de oliva o margarina baja en calorías y leche desnatada.
- En la confección de algunos platos que requieran salsa mahonesa, seleccione las que son bajas en calorías pero evite las salsas comerciales.
Más información con consejos para hacer la compra.
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