Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) o trastornos alimentarios, son enfermedades mentales graves. En los últimos años se ha disparado un 20-30%.
En España se calcula que el 4% de niños y adolescentes padecerán anorexia o bulimia. Unas 400 mil personas en España padecen algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria.
5 de cada mil personas con anorexia nerviosa terminan falleciendo.
Perfil del paciente con trastornos de la conducta alimentaria
La mayoría de pacientes no se sienten merecedores de nada y piensan que pueden buscar esa aprobación con un cuerpo que ellos consideran perfecto.
Las personas con trastornos de la conducta alimentaria suelen ser personas impulsivas, inestables, que buscan la aprobación, muy exigentes consigo mismo, perfeccionistas.
En muchas ocasiones proceden de ambientes de desestructuración familiar. O con familia sobreprotectora que exige unas expectativas que muchas veces superan al adolescente. Muchas han sufrido abusos en el ámbito familiar o escolar
Los trastornos de la conducta alimentaria o TCA dependen de la genética del individuo, de sus experiencias vitales y del medio ambiente que les rodea. El modelo actual de belleza también afecta en la aparición de estos trastornos.
Tipos de trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria incluye diferentes trastornos en los que se producen alteraciones en los patrones saludables de alimentación.
Anorexia Nerviosa
La anorexia se caracteriza por un profundo miedo a engordar. Esto desemboca en todo tipo de estrategias, como evitar comer, hacerlo en cantidades muy pequeñas, ayunar, seguir dietas extremadamente restrictivas, hacer demasiado ejercicio, conductas purgativas como vómitos y laxantes.
El paciente tiene imposibilidad de percibir adecuadamente su propio cuerpo, tendiendo a sobreestimar su tamaño, es decir, siempre piensa que es más grande de lo que en realidad es.
La anorexia nerviosa suele aparecer durante la adolescencia o a principios de la edad adulta y puede provocar una muerte prematura debido a complicaciones médicas o al suicidio.
Existen dos tipos de anorexia nerviosa:
- Anorexia restrictiva, en la que la pérdida de peso se debe el ayuno combinado (normalmente) con un ejercicio excesivo.
- Anorexia de atracones y purgas, en el que durante los últimos 3 meses se han presentado episodios recurrentes de atracones o purgas con vómito autoprovocado o utilización de laxantes y diuréticos.
Bulimia nerviosa
En la bulimia nerviosa se producen episodios recurrentes de atracones seguidos de purgas.
Se considera atracón a la ingesta de una cantidad de comida claramente superior a la que la mayoría de la gente puede tomar en un periodo determinado (aproximadamente 2 horas). El atracón se produce con sensación de pérdida de control.
Tras el atracón, la persona trata de compensar lo ingerido para evitar el aumento de peso, provocándose el vómito, haciendo ejercicio excesivo, practicando ayuno o usando de laxantes, diuréticos y otros medicamentos.
Las personas con bulimia nerviosa tienen un riesgo significativamente mayor de abuso de sustancias, suicidio y complicaciones de salud.
Trastorno por atracón
Se caracteriza por episodios recurrentes de atracones, comiendo mucho más rápido de lo normal y que siguen a pesar de sentirse desagradablemente lleno y de comer una gran cantidad de comida.
Se producen sin sensación de hambre, por disgusto con uno mismo y sentimientos de depresión.
El paciente sufre de una gran culpabilidad tras el episodio y un gran malestar que lo “tortura” de alguna forma por no ser capaz de contenerse.
Este paciente es más consciente que el paciente con anorexia o bulimia, que necesita más tiempo o ayuda para darse cuenta que tienen un problema.
Trastorno evitativo/restrictivo
El trastorno evitativo/restrictivo se manifiesta con una incapacidad persistente para satisfacer las necesidades nutricionales. En este trastorno no está afectada la autopercepción y no hay una distorsión de la imagen corporal.
Se caracteriza por tener diferentes causas, como puede ser:
- Una falta de interés en la comida.
- Evitar comidas por sus propiedades sensoriales.
- Preocupación por causar repulsa al comer.
- Miedo irracional al atragantamiento.
La evitación/restricción de la ingesta conlleva una pérdida significativa de peso.
Los niños y adolescentes no alcanzan el crecimiento esperado, tienen deficiencias nutricionales significativas y dependencia de los suplementos nutricionales.
Algunos padres pueden confundirlo con “una etapa” y no preocuparse, por eso es importante ofrecer otros alimentos, para descartar que es un problema con todos ellos.
Fatorexia
La fatorexia es el trastorno opuesto a la anorexia nerviosa. Se denomina así del inglés fat, gordo y del griego orexia, que significa apetito. Las personas que lo padecen suelen ser personas con sobrepeso y obesas que se miran al espejo pero que no se reconocen como obesas. Se perciben sanos, aunque con frecuencia tienen desnutrición por falta de nutrientes esenciales, lo que a su vez puede llegar a afectar al cerebro y convertirse en una enfermedad muy grave, al igual que en la anorexia nerviosa. Consumen grandes cantidades de comida basura e ingieren calorías vacías: fritos, dulces, alimentos grasos, postres, etc.
Vigorexia
La vigorexia es un trastorno caracterizado por la preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal o dismorfofobia. Puede manifestarse tanto con una extrema actividad deportiva como por una ingesta compulsiva para subir de peso ante una percepción de estar demasiado delgado. Suele implicar una adicción a la musculación, con el fin de lograr un desarrollo muscular mayor de lo normal. A menudo se sienten débiles o enclenques. Suelen tener la alimentación trastornada, con una ingesta de proteínas y carbohidratos elevada con cantidad de lípidos insuficiente. Esto puede ocasionar alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el vigoréxico consume esteroides (que ocasionan cambios de humor repentinos), además de diarrea instantánea.
Los hombres son los principales afectados por la vigorexia, aunque también afecta a mujeres.
Otros trastornos alimentarios
Existen otros trastornos de la conducta alimentaria, entre los que destacamos:
- Ortorexia. Caracterizada porque la persona pretende comer alimentos que considera saludables, aunque no lo sean.
- Pica. Es una ingestión de alimentos no comestibles. Comerse las uñas puede considerarse en ocasiones un trastorno de pica.
- Diabulimia. Es un trastorno en el que el paciente padece bulimia y diabetes y manipula las dosis de insulina que debe inyectarse con el fin de intentar adelgazar o de compensar los atracones. Se pueden dar complicaciones muy graves y mortales a corto plazo por no inyectarse las dosis correspondientes.
- Hiperfagia. Se da en personas que consumen grandes cantidades de alimentos aunque se hayan alimentado adecuadamente.
- Síndrome de el comedor selectivo. La persona que lo padece rechaza la mayoría de alimentos. En casos extremos sólo acepta uno o dos. Con frecuencia se les señala como “tiquismiquis” y raritos con la comida..
Complicaciones de los trastornos de la conducta alimentaria
Existen innumerables y dependen del propio individuo, sus hábitos, salud actual, etc.
Los más evidentes y primeros en aparecer son:
- Problemas gastrointestinales: estreñimiento, hinchazón, diarrea.
- Problemas en las relaciones sociales y problemas psicosociales, con impacto en los familiares y amigos.
- Alteración del sistema cardiovascular, con hipotensión, desmayos e incluso arritmias.
- Desajuste hormonal con disminución del crecimiento, ausencia de menstruación y osteoporosis.
- Fragilidad y caída del cabello.
- Alteraciones hematológicas.
- Alteraciones renales.
- Daños en la dentadura si hay vómitos provocados.
Factores de riesgo
Algunos factores pueden hacer que los trastornos de la conducta alimentaria se compliquen y sean mucho más graves. También pueden ser factores que favorecen la aparición del trastorno.
Muchas personas con trastornos de la conducta alimentaria han sufrido o sufren acoso escolar.
La adición a drogas también se considera un problema.
El trastorno depresivo es un factor de riesgo importante, siendo las autolesiones los más graves.
Tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria
El principal profesional implicado es y debe ser el psicólogo.
La psicoterapia debe ser el pilar fundamental para el tratamiento de estos pacientes. No olvidemos que los TCA son enfermedades mentales.
Los centros de día y los comedores terapéuticos son herramientas muy útiles y muy aceptadas por los pacientes. Ayudan a que los pacientes aprendan a comer de una nueva manera que sea saludable
A medida que cada paciente avanza, se les enseña a socializar en las comidas sin sufrir, como otras personas.
La ayuda, la comprensión y el apoyo es mucho más recomendable que el “control policial” de estos pacientes.
Si un paciente no puede confiar en quien le trata, fracasa el tratamiento y se dificulta que el paciente acuda de nuevo a buscar ayuda.
Las redes sociales como promotoras de los trastornos de la conducta alimentaria
Es indudable que las redes sociales han propiciado la aparición de los casos de TCA.
Accedemos al contenido que muestran miles de millones de personas de todo el mundo. Y como las redes solo muestran lo bello, se vive en un mundo en el que parece que lo normal es que la gente sea bella.
A eso se le añade la falsedad en que se vive en las redes, con imágenes y vídeos en los que los retoques hacen que las personas aparezcan mucho más guapos y fuertes de lo que son.
Desde hace décadas ya existían sitios web, blogs y foros. Ahora también grupos de WhatsApp y Telegram.
En ellos, personas con TCA comparten sus experiencias pero en la inmensa mayoría, haciendo apología: se animan a seguir sin comer, se retan a perder peso más rápido o a autolesionarse, muestran sus fotos de extrema delgadez, etc.
En las redes, las chicas con anorexia suelen autodenominarse “princesas” y hablan de “ANA” o #ana cuando se refieren a la anorexia mientras que hablan de “MIA” o #mia cuando se refieren a la bulimia.
Suelen referirse a sus enfermedades como a amigas a las que no se les puede fallar. Suben fotos para motivarse a ellas y otras, frases de ánimo para ayudarles a seguir adelante y otro contenido que solo
EL Dietista-Nutricionista ante los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria
El Dietista-Nutricionista del servicio de Nutrición puede ser de ayuda en el tratamiento de las enfermedades que cursan con trastornos del comportamiento alimentario. Por ejemplo:
- pueden controlar y valorar nutricionalmente las ingestas de los pacientes.
- hacer recomendaciones sobre suplementos.
- pautar la dieta más adecuada a cada paciente.
Pero no debemos olvidar que el Dietista-Nutricionista no es el profesional capaz de tratar el trastorno, simplemente que el trastorno se manifiesta relacionado con la alimentación.
El Dietista-Nutricionista es responsable de realizar una historia dietética y un seguimiento adecuado según las pautas adecuadas. Es un complemento necesario para la curación del paciente.
Pero se recomienda hacerlo entrar en escena solo cuando el paciente ya ha avanzado en el tratamiento psicológico o psiquiátrico y está abierto a acudir al Dietista-Nutricionista.

Esperamos haberos ayudado a disponer de más información sobre los trastornos de la conducta alimentaria más frecuentes y ayudaros a tomar mejores decisiones. Si crees que tu o alguien que conoces puede tener un TCA, contacta con nosotros.
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